Los valles de los ríos Manzanares y Jarama han sido desde la Prehistoria protagonistas de la Historia de Madrid. Hoy en día, sus yacimientos arqueológicos y su formidable Patrimonio histórico corren serio peligro, y se ven reducidos cada día más por la presión urbana.
En el ánimo del Grupo de Investigadores del Parque Lineal del Manzanares (GIPL) está, que esa memoria y ese Patrimonio nunca se pierdan; por lo que abrimos aquí una serie de capítulos que describen el paso de la Historia por la cuenca baja del Manzanares y su Parque Lineal, por la cuenca de los ríos Jarama y Tajuña, y por el Parque Regional del Sureste. Describiremos aquí las importantes huellas de la historia dejadas en el entorno, únicas en muchos casos en la Comunidad de Madrid.
Hace 5 millones de años, la cuenca del Manzanares era un gran mar interior, algo parecido a unas lagunas poco profundas en un ambiente subtropical. Apenas habían aparecido los primeros homínidos sobre la tierra cuando, por razones geológicas externas, esta enorme laguna endorreica encontró salida al mar Atlántico. La erosión provocada por el torrente y el arrastre de sedimentos precipitados durante miles de años, fue formando las Terrazas del Manzanares, transformando el mar en un río al que se acercaba a beber buena parte de la fauna del lugar. Uno de los ejemplos más conocidos es el del elefante de Transfesa, o elefante de Villaverde Bajo, que se situaría en este período.
Al final del Cuaternario, hace 100.000 años, en el Paleolítico medio, hombres neandertales ocupan las terrazas más bajas y próximas al río, hoy perfectamente visibles, dejando un rastro inconfundible en lo que fueron las antiguas orillas del Manzanares, unos 18 metros por encima de las actuales riberas. A esa época pertenecería el yacimiento neandertal de Butarque, hoy desaparecido, o los de la Gavia II, también destruidos. El yacimiento de Pista de Motos tendría también restos incluso anteriores a esta época.
La ganadería y la agricultura se extienden en el Neolítico (6000 – 3000 a.C.), levantándose las primeras cabañas a orillas del Manzanares. Las obras del Colector derecho del río sacaron a la luz silos, basureros, cerámica, sílex y restos de fauna doméstica perteneciente a ese período en las terrazas media y baja de Villaverde.
Con la entrada de la Edad de los Metales (Calcolítico, Bronce y Hierro) irrumpe un cambio demográfico que obligará a luchar por los recursos. El hombre se irá haciendo más sedentario y el entorno se volverá inestable, por lo que sube a los cerros y vive en ellos o en el interior de cuevas artificiales, receloso de sus propios congéneres. Del Calcolítico y del Bronce resta una gran representación en el yacimiento de Pista de Motos, en Villaverde, hoy ocupado por el Estanque de tormentas de Butarque.
Encaramados a la cima de los cerros, a partir del Hierro II (600 a.C. – 218 a.C) los carpetanos erigen poblamientos en espolones defensivos próximos a los ríos. Existen restos de varios poblados de espolón en el Parque Lineal del Manzanares, que más al Sur, en el valle del Tajo, debieron ser muy numerosos. Podemos destacar el de La Gavia o el de Miralrío; el primero parcialmente conservado y el segundo convertido en un centro de interpretación, en Rivas.
En el período romano (Edad Antigua) y tras la Pax Augusta, las poblaciones van siendo obligadas a bajar a los llanos, deshabitándose los cerros al ganarse seguridad en las nuevas urbes. Al margen de éstas, surgen centros aislados en torno a explotaciones agropecuarias, piscifactorías y minas, cuyo máximo exponente constructivo son las villae rusticae, villas rústicas romanas, que con la paulatina decadencia del Imperio y las invasiones bárbaras, constituirán los últimos baluartes de una cultura en descenso a la par de las grandes ciudades, como Consabura, Toletum o Complutum, en nuestro contexto carpetano. En el Parque Lineal se han estudiado dos; la Villa Romana de Villaverde Bajo, con restos de dos fases de ocupación, y la Villa Romana de La Torrecilla, en término de Getafe.
La decadencia del imperio acompaña a sus villas; la de Villaverde es abandonada finalmente en el siglo IV, cuando las villae se van degradando y derivan hacia el tugurium, cuya raíz lingüística viene dada de esa época. Los visigodos y demás pueblos centroeuropeos (Alta Edad Media) que se hacen con el solar hispánico, reutilizan las villas de manera marginal, devastándolas. Es una época inestable y las villae en llano y sin fortificar no son lugares recomendables para vivir, iniciándose la creación de pequeños ejércitos particulares como medida auxiliar de protección. Frecuentemente serán arrasadas y en las excavaciones actuales así se constata, por las capas de ceniza que aparecen en su estratigrafía.
La necrópolis de El Jardinillo, junto a villa de La Torrecilla, es uno de los restos visigodos descubiertos en el Parque Lineal.
Los musulmanes (Edad Media) no tardarán en saltar a la Península Ibérica, tras diversos intentos fallidos, a través del Estrecho, en el año 711; invadiéndola en poco tiempo ante la escasa resistencia de sus anteriores ocupantes. Existen vestigios de su llegada al área madrileña en los primeros momentos de la conquista. Las anteriores urbes romanas son a menudo reutilizadas y fortificadas. Pocos núcleos de población hispano-romana quedan fuera de su dominio, recluidos en la franja norte peninsular, desde donde se iniciarán incipientes movimientos de recuperación del territorio, período que conocemos con el nombre de Reconquista, de varios siglos de duración (s.VIII-s.XV).
Mayrit(Madrid), fundación de Muhamad I, queda en la Marca Media andalusí, tierra fronteriza intermedia. El paisaje se inunda de atalayas militares de defensa y vigilancia, controlando los accesos y caminos que confluyen en Toledo y Talavera, siguiendo el curso de los ríos. Dentro del Parque Lineal encontramos varias de estas construcciones, como son La Torrecilla, la Torre de Aben Crespín, la Torre del Pedroso, la Torre Rubia, la Atalaya del Recuenco, etc. cuyo rastro nos ha llegado a través de la vía documental o por la toponimia.
Aparece en este momento por primera vez en la historia, «con personalidad y límites propios», el Parque Lineal del Manzanares. Llamado en árabe fahs al-Madinat, o Campo de la Ciudad; dehesa del común destinada a uso ganadero, como lugar de pasto y abrevadero, por la población mayrití, de antes y después de la repoblación, ya con el Fuero Viejo cristiano.
El período cristiano (Baja Edad Media), iniciado en Madrid a partir de 1085, tras la toma de Toledo y territorios dependientes por Alfonso VI, se abre con la repoblación y fortificación de esta parte de la Transierra.
Hasta que no se alcanza la línea del Guadalquivir, -toma de Sevilla, 1249-, y se rebasan definitivamente las líneas del Tajo y del Guadiana, esta es una tierra de frontera sometida a la inseguridad e inestabilidades. Madrid se fortifica ampliando el recinto originario musulmán, metiendo tras sus muros algunos arrabales; mientras su campo, el Campo de Madrid, coincidente con buena parte del Parque Lineal, es escenario durante algún tiempo, de razzias o aceifas musulmanas y de pugnas territoriales entre los mismos repobladores cristianos, con Ávila y Segovia.
La población vive atemorizada. Quien no vive tras una muralla tiene menos seguridad, y los que deciden hacerlo a orillas del bajo Manzanares habitan en casas agrupadas en torno a las torres militares y de propiedad rústica que defienden ese espacio.
La Villa y Tierra de Madrid constituida, está organizada en cuatro Sexmos: Aravaca, Villaverde y Vallecas, además del de la propia Villa. Y se rige por un fuero otorgado por el monarca y aplicado por el Concejo, que se llamará Fuero Viejo, hasta su sustitución por el nuevo Fuero cisneriano, siglos después. La época feudal de la implantación señorial confluye con la consolidación de la monarquía absoluta.
La Edad Moderna (1.492) supone un gran cambio para Madrid. En 1561 Felipe II la convierte en sede administrativa de su imperio, momento desde el cual no dejará de crecer y de ser protagonista de la Historia de España.
A caballo entre el final de la Edad Moderna y el comienzo de la Edad Contemporánea, las ideas ilustradas sobre progreso tecnológico y confianza en la Ciencia, se plasman aquí en una fenomenal estructura hidráulica que pretende poner a Madrid al nivel de las cortes europeas, convirtiéndola en «puerto de mar». Se concibe el Real Canal del Manzanares, como un plan hidráulico para alcanzar Lisboa; cuyos restos arqueológicos permanecen casi al completo en el Parque Lineal del Manzanares.
España entra violentamente en las ideas ilustradas. Se debaten acaloradamente progreso y tradición como en tantos otros períodos de su Historia. La Guerra de la Independencia arrasa buena parte de las instalaciones del Canal del Manzanares, que serán reconstruidas por Fernando VII tras el conflicto. No servirá de mucho; la imagen de la monarquía no pasa por sus mejores momentos. En tanto, la primera línea férrea llega a Madrid, y el viejo sueño se disipa, condenando al abandono el proyecto y las obras emprendidas, para siempre.
Hace tan solo setenta años, sonaron de nuevo truenos de guerra junto al Manzanares, volviendo el hombre a cubrirse tras las rocas, en trincheras y refugios incrustados entre los cerros del Parque Lineal. Creemos adecuado acabar por ahora este relato, con la peor de las guerras que ha vivido España. La Guerra Civil Española convertirá durante años el país en un solar, desde su comienzo y hasta mucho después del conflicto. El Manzanares servirá de foso a la República para defender Madrid de la sublevación militar, dejando una inusitada cantidad de restos bélicos por cualquier parte del Parque Lineal que visitemos.
Pocos años después, en las décadas de los 60 y los 70 se produce una reocupación de las cuevas que el hombre habitara desde la Prehistoria. Las casamatas y refugios de la Guerra Civil, serán también reutilizados como infravivienda, cual chabolas y paupérrimos chamizos. El Parque Lineal vive una involución de miles de años de la que también ha quedado un rastro indudable.
En los últimos 30 años el Parque Lineal ha sido usado como lugar propicio para la instalación de infraestructuras de suministro de energía, transporte, saneamiento, vertedero o reciclaje, degradando hasta niveles nunca vistos este paisaje, asolando ecosistemas y yacimientos históricos de todo tipo, y en definitiva, desencadenando la completa destrucción del espacio que hasta aquí hemos descrito. Aún así, se viene planeando la acometida de nuevas obras de infraestructura de ocio y de transporte que, a la postre, significarán la liquidación definitiva del Parque Lineal del Manzanares.
Vemos, pues, que la Historia del Parque Lineal del Manzanares se continúa escribiendo en este mismo instante, con mal signo. Todos somos hoy, al fin y al cabo, prehistoria que tendrá el futuro. Y tenemos la importante responsabilidad de que nuestra huella no borre la huella de nuestros ancestros.
Edad
Geológica |
Período
histórico |
Duración
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Características
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Huella en el Parque Lineal del Manzanares
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Cuaternario (Pleistoceno) |
Prehistoria Paleolítico |
Paleolítico Inferior | 2.500.000 – 125.000 | Australopithecus y Homo Hábilis. Vida junto a los ríos. | Restos de fauna. Elefante de Transfesa (Villaverde). Elefante de Áridos (Arganda). |
Paleolítico Medio | 125.000 – 35.000 | Homo neanderthalensis. Herramientas de sílex complejas. Bifaces. | Hace unos 100.000 años aparecen los primeros neandertales sobre el río Manzanares. Yacimientos cerca del río y arroyos del Parque Lineal. | ||
Paleolítico Superior | 35.000 – 10.000 | Extinción del Neandertal. Aparición del Hombre de Cro-Magnon (Homo Sapiens). | |||
Cuaternario (Holoceno) |
Prehistoria | Mesolítico | 10.000 – 5.500 | Período de transición. Cambios derivados de la última glaciación. | Aparecen los primeros restos de cerámica en el valle del Manzanares y del Jarama. Herramientas de sílex más evolucionadas. |
Prehistoria | Neolítico | Aparición de la agricultura, la ganadería y la cerámica. Cultura Neolítica. | |||
Prehistoria Metales |
Calcolítico (cobre) |
2.500 – 1.800 | Se descubren las aleaciones metálicas. Aparece el comercio y una organización social compleja. | ||
Bronce (cobre y estaño) |
1.800 – 1.200 | Salto cultural del período anterior. Fondos de cabaña. | Los lugares de habitación pasan de estar en las riberas de las riberas fluviales a ubicarse en altura, sobre los cerros y escarpes, como el poblado carpetano de la Gavia. | ||
Hierro I-II | 800 a.C. – 218 a.C. | Llegada a la Península de pueblos europeos. El grupo que los romanos denominan carpetano ocupa el centro peninsular. | |||
Historia | Edad Antigua | 218 a.C. – 416 d.C. | El Imperio Romano incorpora a la península Ibérica y establece la provincia de Hispania. | Se abandonan los cerros y se desciende a los valles. En las riberas encontramos villas rústicas y yacimientos de este período. | |
Alta Edad Media | 416 – 900 | Invasiones godas desde Centro-Europa. En el año 711 los musulmanes llegan a la Península. Fundan Mayrit dentro de la provincia de Al-Andalus. | Reutilización de las villas romanas. Inestabilidad político-social. Los árabes crean sistema defensivo de atalayas con gran protagonismo en las cuencas del Guadarrama, Manzanares y Jarama. Aparece por primera vez en la Historia el Parque Lineal del Manzanares «como entidad propia»: Campo de la Ciudad, Fahs al-Madinat, o Salmedina. |
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Baja Edad Media | 900 – 1.492 | Reconquista cristiana del centro y sur peninsular | Pese a la reconquista se sigue viviendo un período de enorme inseguridad e inestabilidad. Los cristianos refuerzan Madrid con un segundo recinto de murallas. El Campo de Madrid vive sujeto a un período de razzias, que disminuye según avanza la reconquista. |
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Edad Moderna | 1.492 – 1.808 | Nuevos valores humanos: Racionalismo, Ilustración, Ciencia y Progreso. | Los nuevos valores culturales se plasman en el Manzanares con la construcción del ingenio hidráulico del Canal del Manzanares. La Guerra de la Independencia destruirá buena parte de la obra. | ||
Edad Contemporánea | 1.808 – actualidad | Explosión demográfica. Implante de la Norma Social de Consumo. Revolución Científico-Técnica. | El tren es símbolo de modernidad. Construcción de la Línea Madrid-Aranjuez (1851) que cruza el Parque Lineal. Construcción del Tren de Arganda (1886). Fortificaciones de la Guerra Civil Española. Migraciones interiores campo-ciudad, chabolismo en los arrabales de Madrid. Futuro incierto del espacio histórico y medioambiental. |