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Ruta por las Salinas de Espartinas

Las Salinas de Espartinas fueron el destino elegido para nuestra ruta privada del domingo pasado. Un pequeño grupo de socios del GIPL visitamos el lugar.

Según bajábamos esta mañana de primicias otoñales, por un tortuoso camino, aún horadado por las escorrentías torrenciales del pasado invierno; rumbo a los umbrales cinegéticos de Valle Grande y Valdelachica, escuchábamos inquietos el tronar de las escopetas y las carreras nerviosas monte arriba y abajo, de los perros.

Confines de Madrid y Toledo…

No saben bien estos hombres que su lúdica actividad, nunca será en estos contornos, novedosa.
En estos parajes, casi consagrados desde la más remota antigüedad a tales menesteres, antaño de subsistencia.

Abrigo de múltiples culturas que a la sombra de sus laderas excavaron cobijos donde protegerse para acechar la presa, a la fresca sombra de la enramada, rauda la corriente de los arroyos y el gorjeo de las aves.

Esta es la crónica y las imágenes de nuestra excursión a las Salinas de Espartinas.

cazadores en las Salinas de Espartinas
Desde la Prehistoria, los valles en torno a las Salinas de Espartinas han dado cabida a cazadores de todas las épocas.

Serán siempre, para nosotros, Valles de Cazadores: Hemos ido encontrando restos de cartuchos de toda época, puntas de flecha, proyectiles de honda, que lo atestiguan y nos invitan a explorarlos. Ecosistemas cerrados en las particularidades de su flora y su fauna.

Salinas de Espartinas
El grupo camina en el valle hacia cavernas practicadas por la población musulmana que en el Medievo lo habitara

Con el aliciente, además, que esta mañana nos convocaba: Las Salinas de Espartinas. Lugar donde extraer algo tan necesario como la Sal, preciado tesoro, que a medida que avanzaba la civilización iba encontrando su lugar como condimento ó como agente conservador de algunos alimentos, además de constituir un alimento directo para el ganado; necesario para la vida, en su justa proporción, y producto escaso en las áreas de interior, alejadas del litoral marítimo.

esparto, atocha
Atochales o espartizales (Stipa tenacissima) escalón necesario en el proceso biológico de los cerros. El esparto, la atocha, el raigón de generaciones pasadas.

Su nombre queda como relicto del abundante esparto que vamos encontrando a nuestro paso, materia prima de primer orden para aquellas culturas que aquí encontraron aposento; a modo de vergel, con fuentes de agua abundante, caza, sal y fibras vegetales con qué elaborar cordelerías, alpargatas, esterillas, cestos y sombreros.

bunker guerra civil
Durante la Guerra Civil las cumbres del valle también se poblaron. Puesto de observación republicano.

Indagábamos hoy en las formas de explotación de esta mina de sal, de interior, que a lo largo de la Historia fue capaz de abastecer junto con Salinas de Imón (Guadalajara) y algunas otras más, como Villarrubia de Santiago ó Belinchón, el área del centro peninsular. Cruce de caminos, excepcional testigo de invasiones y trashumancias.

Riachuelo por las Salinas de Espartinas
La sal sigue precipitando en el escueto riachuelo que aún alimentan las minas

La datación con Carbono14 de alguno de los restos encontrados, remonta al Calcolítico, Edad del Cobre (-2.270 a.C.), la explotación de estas salinas.

Se ha observado una explotación continuada desde, al menos, 4.000 años de antigüedad.

En un principio el método de obtención consistió en hervir la salmuera irrigada por el agua de los manantiales, desde la vetas del interior de la tierra, a través de las galerías de captación, en vasijas de barro (por simple cocción en hogueras); resultando del proceso, unas tortas de sal, que se extraían rompiendo los envases cerámicos.

 

Visita a las salinas con motivo del XIV Congreso Internacional de Geología, celebrado en Madrid, en 1926 (Foto IGME)
Visita a las salinas con motivo del XIV Congreso Internacional de Geología, celebrado en Madrid, en 1926 (Foto IGME)

Las salinas en 1946 (IGME)
Las salinas en 1946 (IGME)

Balsas de evaporación en las Salinas de Espartinas
Una de las balsas de evaporación en la actualidad

A este método le sucedería el industrial, más conocido y posterior: Acumulando la salmuera en enormes balsas expuestas al Sol, se obtendría el preciado elemento por decantación y evaporación.

Mina Grande de las Salinas de Espartinas
Entrada a la Mina Grande de las Salinas de Espartinas

Dos veneros de captación, fundamentales, hayamos en la actualidad: Mina Grande y Mina Chica; junto a una gran balsa de decantación aledaña.

En el primer tercio del siglo XIX, tras descubrirse que otras sales se precipitaban en la salmuera, junto con la Halita (ClNa, Cloruro Sódico, la sal común), llamadas Glauberita y Thenardita (Sulfatos sódicos), aptas para la producción de vidrio, papel, jabón y blanqueantes, se iría diversificando la producción minera; y así, en invierno se captaban las segundas en tanto que, se reservaba a los veranos la producción exclusivamente salinera.

Las primeras fuentes documentales que tenemos se remontan a los tiempos de la Repoblación, Baja Edad Media, siglo XII; documentos de acuerdos y repartos entre las órdenes militares de Santiago y Calatrava.

Felipe II, cuatro siglos más tarde, atisbará la enorme importancia de esta minería, estableciendo el Estanco de la Sal, regularizando su producción y beneficios, en pro de la Corona (el Desestanco se decretaría en 1869 por las Cortes).

Como tantas otras cosas, el Ferrocarril trajo consigo la pérdida de función de estas instalaciones (Trescientas eras desaparecerían con su trazado y construcción al pie de las Salinas, en 1850). Traer sal marina del litoral dejó de ser empresa ruinosa, al abaratarse significativamente los precios del transporte.

Sólo algunas familias hicieron pervivir hasta casi 1960, tras la postguerra, la ya fútil actividad salinera, hasta su decadencia y cierre definitivo.

Cueva de origen musulmán en las Salinas
Cuevas de origen musulmán, divididas en dos estancias.

A la sombra de esta explotación minera, de esta industria inmemorial, se instalaron agrupaciones de cabañas en las Edades del Cobre y del Bronce en sus contornos; poblados carpetanos en escarpe y espolón durante la Edad del Hierro; villas romanas de la Pax Augustea (aún pendientes de descubrir); tugurios visigodos, tardorromanos ó altomedievales; alquerías y cuevas musulmanas (alguna conserva los arcos en herradura, y el mihrab de morabitos y mezquitas); construcciones conventuales como fue San Juan de las Espartinas; factorías modernas que perduraron hasta nuestros días. Un largo rastro de trozos de diversa cantería y cerámica, así como restos rupestres naturales y artificiales salpican por doquier, la zona, invitándonos a la visita.

Un sentido homenaje, por último, a los miembros de la S.E.H.A. (Sociedad Española de Historia de la Arqueología) de Ciempozuelos; por su legado y por su lucha, hasta la consecución, hace no menos de un lustro, de la declaración de BIC (Bien de Interés Cultural) para este conjunto histórico de las Salinas de Espartinas, amenazado por el progresivo avance de las empresas extractoras de áridos, los planes urbanizadores municipales y otras formas de invasión poco sensibles a nuestra Historia y a sus restos materiales; lo mínimo que deberíamos ser capaces de transmitir a nuestros hijos y futuras generaciones.

Salinas de Espartinas. Vuelo de 1956

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10 comentarios en «Ruta por las Salinas de Espartinas»

    1. Hola Irma.

      De momento no hay fechas. Estas rutas se preparan con sólo unos días de antelación y no se publican antes de efectuarse, ya que son sólo para socios.

      Algunas, como esta, son publicadas después, para divulgar los valores de la salida y como información a las personas que asistieron, pero no están abiertas en principio al público.

      Saludos.

      1. Juan María Orellana Martín

        El enlace «http://www.parquelineal.es/gipl/asociate.php» no funciona y no encuentro ninguna forma de ponerme en contacto con el grupo para apuntarme como socio y poder compartir y
        colaborar en las actividades.

  1. Hola, Ángel
    Trabajo en el IGME y me gustaría escanear con más detalla las fotos que muestras aquí de las salinas. ¿Puedes decirme el libro o revista en concreto de donde los has sacado? En el catálogo de la biblioteca, para el congreso de 1926, solo encuentro una cita sobre una excursión a Córdoba…
    Gracias por adelantado,
    Enrique

  2. Estimado Enrique:
    La fotografía que comentas la obtuvimos a través de la red.
    Debo comentarte que guardamos cierta duda en cuanto a la ubicación de las balsas de evaporación que aparecen representadas.
    En el libro de Matilde Fdez. Montes, “Vallecas, Hª de un lugar de Madrid”, CSIC-Ayto.Madrid (2001), aparece esta misma imagen en la página 202, con el siguiente pie:
    Salinas de Vallecas. Archivo MNCN. Fondo fotográfico. Colección Hdez. Pacheco. Sig. 6561. Vallecas, 1925.
    La industria salitrera vallecana, ya comentada por Joseph Townsend en su obra, “Viaje por la España de Carlos III”, (1786-1787), Ed. Turner (1988), fue fuente de primer orden para la manufactura de la pólvora, que a mediados del s.XIX se llevaba a cabo en el Molino de la 1ª Esclusa del Real Canal; antiguo Molino de La China.
    Recordemos que en el siglo XVI esta molienda se hacía en un molino de viento, próximo a la Puerta de Hortaleza, cual vemos representado en el plano de Texeira (1656).
    En la calle del Salitre (Lavapies) también se manufacturó cierta producción en tal sentido; pero tras sufrir una enorme explosión, fue trasladada de lugar, lejos del contexto urbano.
    Hay planos de la época en los que se constata también, la existencia de un almacén de pólvora en el área de Carabanchel.
    Pero volviendo a nuestro tema; las balsas que aparecen fotografiadas tienen mucha semejanza con las que se conservan en Espartinas, en la actualidad.
    La importancia de estas salinas es inmemorial y superior en cualquier caso, a las desarrolladas en Vallecas, de vida más efímera y de inferior magnitud.

    Hay unos edificios a la derecha de la fotografía en los que parece reconocerse el Convento de Espartinas, representado por el naturalista suizo Juan Mieg (1780-1859), en la serie de grabados que ilustraron su álbum sobre la inauguración del ferrocarril Madrid-Aranjuez (ed. 1851).
    En cualquier caso; te estaríamos agradecidos si a través de tus fuentes de información, nos puedes aclarar esta duda.
    Un cordial saludo.

  3. José Enrique Martínez Moya

    Hola. ,¿Quedan algunos restos del convento de San Juan de las Espartinas que sirvió como fuerte en bastantes películas western? Creo que estaba frente a Las Salinas, las cuales se ven en algunas películas del género.

    1. Hola, José Enrique:
      La imagen del convento es la que se ve en la fotografía de 1926, donde también aparecen las balsas de decantación, -ó evaporación-, de esta explotación salinera.
      La película más importante que recuerdo, rodada en ese entorno, entre el Arroyo de Vallegrande y las Salinas de Espartinas, fue «La Caza» (1966), dirigida por Carlos Saura.
      Aparece el observatorio republicano de hormigón, armado con carriles del f.c. remolachero de vía estrecha de La Poveda, revocado con mampostería caliza, así como las viviendas aledañas que fueron demolidas hace diez años por la empresa minera que explota la cantera próxima y a punto estuvo de hacer desaparecer también el observatorio.
      Hemos añadido al final del artículo, la fotografía del vuelo de 1956, en la que aparecen las balsas y algunos restos de edificaciones del monasterio junto a las construcciones actuales.

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