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El Ayuntamiento de Madrid insiste en construir el canal de remo en el espacio que ahora ocupa el Tramo 2 del Parque Lineal del Manzanares


El Parque Lineal es un espacio natural de inmensas posibilidades. En la fotografía la zona aneja a Prado Zurita, donde se instalaría el canal de remo.

La Junta de Gobierno del Ayuntamiento de Madrid en el día de hoy, acaba de decidir reservar los terrenos del Tramo 2 del Parque Lineal del Manzanares para la futura e hipotética construcción del canal de remo, canal de regatas o canal de Getafe, nombres por los que también es conocida esta infraestructura. La fórmula de la reserva estratégica responde según el propio Gallardón «por si se decide optar a los Juegos de 2020«, fuera quien fuera el equipo de gobierno, según informa EFE.

La traducción directa de este acuerdo no sólo es el abandono decidido de cualquier plan para la recuperación del Parque, sino la confirmación de que no existirá ninguna voluntad municipal en hacer tal parque mientras continúe este equipo de gobierno. Si no hay canal de remo, no habrá ninguna otra actuación en los terrenos sujetos ahora a la «reserva estratégica«.

El propio alcalde ha reconocido que la «inversión» en la candidatura de Madrid2016 ha costado a todos los madrileños 16,8 millones de euros, 38 millones si contamos las aportaciones de patrocinadores privados. Debemos puntualizar que la inversión debería ser financieramente gasto, puesto que se refiere a la compra de bienes y servicios corrientes -como promociones, hoteles, invitaciones, etc- y no deja ninguna infraestructura o activo a largo plazo.

La obligada dicotomía a la que nos obliga el Ayuntamiento de Madrid no es más que la continuación de las prácticas canibalizadoras que se han llevado a cabo en el Parque Lineal en al menos los últimos veinte años. Concebido como un espacio para albergar infraestructuras molestas, ya sea de saneamiento como de suministro para la gran urbe, ahora entra de lleno en las ambiciones olímpicas de Madrid2016 y del futurible Madrid2020, como un espacio utilizable en la construcción de la descomunal superficie que supone un canal de remo olímpico.

Criticado por los expertos del COI como una infraestructura de dudosa sostenibilidad económico-financiera, por obligar al soterramiento de la M-45, al desvío del curso del Manzanares, o a la reconversión de todo el sistema de depuración y recolección de aguas residuales de la zona, así como a la condena del PEIMANSUR en la mayor parte del Tramo 2, fue una de las más duras críticas a la candidatura madrileña. Aún así el Ayuntamiento encabezado por Alberto Ruiz-Gallardón, sigue apostando por un núcleo olímpico donde las instalaciones estén alejadas unas de otras menos de 10 kilómetros, lo que obligaba a poner el canal de remo encajado a duras penas en un inverosímil lugar de altísimo valor histórico y de rico patrimonio medioambiental. Ambos desaparecerían con el proyecto.

Junto al canal de remo aparecen otras infraestructuras olímpicas cuya construcción dependía del éxito de la candidatura Madrid2016. Para estas instalaciones, en diferente situación que el canal de remo, también habrá reserva estratégica de terrenos: Villa Olímpica, canal de aguas bravas de La Gavia, pabellón de gimnasia y el estadio de hockey. No habrá reservas ni previsiones de construcción hasta nuevo aviso para el velódromo, para la pista de vóley de la Casa de Campo ni para la instalación de tiro de Paracuellos.

La candidatura olímpica del 2020 sólo se decidirá en el año 2011, año de elecciones municipales a las que Gallardón ha confirmado su presencia, en las que todo hace suponer que, de salir elegido, volveremos a estrenar la tercera candidatura consecutiva. No le faltan apoyos, el socialista Pedro Castro, alcalde de Getafe, ha creado un grupo en Facebook llamado «Seguimos teniendo una corazonada«.

Por ahora, la única corazonada constante, pertinaz y absurdamente dicotómica, es la del abandono del Parque Lineal del Manzanares o su desaparición completa. Desaparición escondida tras una triste canibalización por proyectos y asuntos dependientes de terceros y con intereses muy alejados de los principios y sensibilidades del GIPL, de muchos ciudadanos y de incluso el propio Ayuntamiento de Madrid.

Ciudadanos con el sueño de un parque para todos, sin vallas ni muros, de campo y naturaleza en el corazón de Madrid, y en el que la impresionante realidad de recuperación histórica y medioambiental se lleve a cabo. El Ayuntamiento de Madrid, o al menos parte de él, es partícipe de ese sentir en su Plan Especial de Infraestructuras Manzanares Sur (PEIMANSUR) en el que se marcan claramente los objetivos de cualquier actuación en el Parque Lineal: Integrar, conservar y proteger.

El tiempo y los ciudadanos elegiremos el futuro del Parque Lineal. Mientras tanto desde el GIPL apostaremos decididamente por su recuperación histórica y medioambiental, oponiéndonos a su desaparición o abandono.

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