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II – Repliegue republicano a Villaverde y captura de la orden de ataque a Madrid

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Junkers Ju-52. Este fue el avión de transporte alemán reconvertido por los sublevados para bombardear Madrid. Museo de Cuatro Vientos.

Los bombardeos nacionalistas sobre la que fuera capital de toda España, dejaron de estar impunes en estos días. Por Cartagena entran los primeros Polikarpov I-15, llamados «Chatos» por quienes los pilotaron. Al igual que con el tanque T-26b, el nuevo material, de superior calidad frente al del mando rebelde, llega en el momento adecuado, aunque nunca en las cantidades deseadas.

Líster, dirigiendo la recien renombrada 1ª Brigada Mixta, debe ir cediendo terreno desde Valdemoro al Cerro de los Ángeles, para terminar exhaustas en Villaverde Bajo y en Perales del Río, donde da descanso a las tropas y cruza el río Manzanares.

Las tropas de Líster cubren el flanco derecho del ataque a Madrid y Rojo lo descubre en un descuido del enemigo, al caer en poder de los republicanos el orden de ataque a Madrid: será por el Oeste y se entrará por la Casa de Campo. Varela parecía esquivar el entramado de casas y trincheras afectas a la república en que se había convertido el sur de Madrid.

La captura del orden de ataque de Varela sobre Madrid resultará clave en el desarrollo de la batalla. El incidente se produce al Sur de la capital, al ser capturada la tanqueta del capitán Vidal-Quadras. Vicente Rojo reorganizará la defensa de Madrid en horas.

Rojo, en un movimiento lógico y con nueva información, ordena el ataque por los flancos de las unidades que intentaban tomar Madrid penetrando por la Casa de Campo. Sus bordes, excesivamente largos y alejados de sus centros de intendencia, eran vulnerables. Líster recibe la orden de atacar Villaverde Bajo y de desgastar sus efectivos en un ataque de diversión. Mientras, el centro de la defensa se prepara para el brutal encontronazo.

5 de noviembre de 1.936: Primeros «chatos«

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Eslabón de la cita de ametralladora usada por los I-15 encontrada en el Parque Lineal del Manzanares. Sobre el cielo del PL actuaron los «chatos».

polikarpov i-15

Modelo a escala 1:1 del Polikarpov I-15 expuesto en el museo de Cuatro Vientos

Los bombardeos de la aviación alemana sobre Madrid ya no serán gratis. Por primera vez en la contienda aparecen en el cielo losPolikarpov I-15 «chatos« y losJunkers Ju-52 deben retirarse tras el fuego de sus ametralladoras. Han sido montados treinta de ellos a marchas forzadas en la base de los Alcázares de Murcia. La población madrileña abandona los refugios antiaéreos para ver el espectáculo, los pilotos rusos hacen piruetas en el aire. El objetivo es doble: darse a conocer y elevar la moral de la población civil.

Junto a la población que arriesga su vida para ver el macabro teatro de la aviación en Madrid, a las afueras, esperan las vírgenes que serán pasadas en procesión cuando la ciudad sea ocupada y «limpiada» de rojos. «La virgen de las Angustias sigue esperando su oportunidad a las afueras de la capital. Para reforzarla sale desde Huelva una comitiva que transporta también a la del Rocio«. «Desde septiembre no hay corridas. Las sustituyen los combates aéreos que, además, son gratis.» (La Batalla de Madrid. P 307, 324).

La urgencia de su uso hace de nuevo que los aviones sean pilotados por personal soviético y comandados por el general Yakov Smushkevich, alias «Douglas«. Ningún militar ruso usará su verdadero nombre por temor a desestabilizar aún más el Comité de No Intervención. Los alemanes hacen lo mismo, aunque su ayuda sea descarada desde el comienzo de la contienda. Los italianos por el contrario, hacen de su participación en la guerra una promoción realmente imprudente. El Comité nunca llegó a funcionar adecuadamente y ambos bandos lo puentearon. Sin embargo la postura dócil de Francia frente a ingleses y a alemanes, y la clara oposición británica a la República (llegando a preferir la victoria de los sublevados), hicieron que la ayuda internacional fuera inmensamente superior por el bando nacionalista, hasta el punto incluso a decidir el final de la guerra.

6 de noviembre de 1.936: Repliegue a Villaverde

El presidente de la Junta de Defensa de Madrid (ver más adelante) general Pozas ordena a Líster el repliegue inmediato a Tarancón, para establecer una linea de frente sólida y alejada de Madrid, que se entregaba al enemigo. Dice Líster que «Le mostré mi extrañeza, mi pena y mi desacuerdo con tal decisión. Le hablé del pueblo que confiaba en nosotros y el que íbamos a dejar abandonado a merced de los fascistas nacionales y extranjeros […]«.

Líster pertenecía al Partido Comunista y formaba parte del ejército mejor organizado con que contaba la República en esos momentos: el Quinto Regimiento. El Quinto Regimiento fueron las milicias reclutadas fundamentalmente por el Partido Comunista, adiestradas, entrenadas y equipadas por el partido. En ese momento todo un logro, ya que el resto de combatientes en muchos casos ni siquiera había visto en su vida un fusil.

Enrique Lister (cuyo verdadero nombre es Jesús Liste) fue enviado a la URSS donde estuvo tres años trabajando en el Metro de Moscú como barrenero. Además recibió formación militar en la Academia Frunze de Moscú, al igual que otros oficiales de las que luego serían las milicias del Quinto Regimiento, como Juan Modesto, otra de las grandes figuras del ejército popular. Líster regresa a España en 1.935 y nada más estallar la Guerra ingresará en las milicias del Quinto Regimiento, donde por su habilidad en el combate es rápidamente ascendido a comandante. Los militares de carrera no ingresaban en las milicias, sino en cuerpos regulares independientes.

Es por todo ello por lo que el Partido Comunista gozaba de gran poder dentro de en un Madrid sitiado por las tropas rebeldes, a pesar del testimonial resultado obtenido en las elecciones democráticas de 1.935. Líster se dirige ese mismo día al Buró Político del Partido, quien le autoriza para replegarse hacia Villaverde.

El empuje de las columnas nacionalistas deja prácticamente aislada del resto del frente de Madrid la 1ª Brigada Mixta de Líster en su flanco derecho. Al tomar las tropas de Varela el pueblo de Villaverde generan una cuña que corta el frente y pone a las tropas de Lister en una situación complicada, tras lo cual el comandante ordenó el repliegue a Villaverde Bajo del grueso de sus fuerzas y el resto, más desgastado, cruzó el río en Perales, para acantonarse en Rivas. De esta manera se cumplían las órdenes del Partido Comunista, no la de Pozas, más decidido en abandonar la capital lo antes posible. Se deja atrás, en ordenada retirada, el Cerro Rojo (hoy Cerro de los Ángeles) para que sea el Tte.Coronel Tella quien lo ocupe. Ese mismo día son también las fuerzas de Tella las que tomen la parte alta del pueblo de Villaverde, hoy Villaverde Alto.

Las fuerzas bajo el mando del Tte. coronel Tella pernoctaron esa noche en Villaverde protegidos por una línea de trincheras excavadas a toda prisa por los soldados para defenderse en caso de un contraataque republicano. Una sección de carros italianos prestó protección al personal que ejecutaba las defensas y todos los vehículos fueron reaprovisionados de munición y combustible.Villaverde, historia del distrito

De vuelta hacia mi puesto de mando, al pasar por Villaverde, ya fui tiroteado por el enemigo. Mis fuerzas estaban casi cortadas de Madrid […] En vista de ello di la orden a una parte de mis unidades de replegarse a la parte baja de Villaverde, y al resto, las que estaban más gastadas, de cruzar el río por cerca de Perales, concentrándose en la región de Vaciamadrid-Arganda […] la marcha del enemigo hacia Madrid, por Villaverde-Entrevías-Puente de Vallecas, estaba cerrada.

Enrique Líster Forjan – Jefe de la 1ª Brigada Mixta

Es quizá en este momento cuando nace la linea de defensa del Parque Lineal del Manzanares, o al menos su filosofía: la de taponar la entrada de los nacionalistas, de su flanco derecho, a Vallecas y de ahí a Madrid. Esas defensas, aunque tardaron en estar completamente construidas, tienen aquí su origen y su papel durante toda la Guerra Civil. Casi todas ellas han llegado a nuestros días.

7 de noviembre de 1.936: La captura del orden de ataque de Varela

Por la mañana Líster se entrevista con el teniente coronel Vicente Rojo, jefe del Estado Mayor de la Defensa de Madrid, para tomar las medidas oportunas ante la situación alcanzada en los días previos. Se nombran los jefes de los diferentes sectores que defienden Madrid y Líster lo será del de Villaverde, parcialmente ocupado por las tropas rebeldes. Los trabajos de fortificación se encargan al coronel Ardid y Federico Molero. Líster fija su cuartel general en Villaverde, probablemente muy cerca de la carretera de San Martín de la Vega (actual Avenida de los Rosales), tal vez en alguna casa de campesinos en lo que hoy es el Parque Lineal o en el mismo casco urbano de Villaverde Bajo, entonces prácticamente yermo de casas.

Las tropas comandadas por el general Varela están en los arrabales de Madrid, apostadas en el sureste. Nadie sabe las intenciones de Varela ni por donde quiere ocupar la ciudad. La situación llega ser desesperada, resulta imposible defender un frente de 22 kilómetros en una clara inferioridad material. El desbordamiento puede producirse por cualquier punto y la linea que resulte «copada» puede suponer la caída de todo el dispositivo de defensa. Nadie en el Gobierno de la República conoce los planes que se recomponen en los centros de mando nacionalistas:

Cuando el día cumple, hay quince mil hombres apostados alrededor de la ciudad. Las opciones que sus mandos tienen son limitadas. Una primera, pasar el Manzanares por Villaverde y atacar por Vallecas y Vicálvaro. Otra, pasar el río por Puerta de Hierro y entrar en la ciudad por la Dehesa de la Villa. La tercera, fijar a los republicanos en el sur y atacar por la Casa de Campo y la Ciudad Universitaria hasta llegar a Cuatro Caminos.
El general Varela opta por la tercera. Mola y Yagüe se muestran contrarios. A Yagüe le parece la peor de las opciones.

Jorge M. Reverte – Cita de: «General Varela», Fco J Mariñas.

Sin embargo la suerte parece aliarse con los leales al Gobierno cuando una tanqueta Ansaldo italiana se adelanta para abrir paso a la infantería… le esperan los combatientes milicianos.

El lugar del incidente es controvertido pero parece ser que fue en la carretera de Toledo, en los límites del municipio de Villaverde , entonces mayor que en la actualidad e independiente de Madrid. Ciertos autores lo acercan más al Puente de Toledo, pero parece improbable que las tropas nacionalistas llegaran nunca allí, habida cuenta del complicadísimo avance entre cientos de trincheras y armas automáticas y de la existencia en pleno camino al río del mítico «Vértice Basurero». La conclusión a la que llegamos es que se produjo allí, pero quizá algo más atrás. [BM3]

La siguiente cita muestra que la captura se realizó frente al «Vértice Basurero», en la carretera de Toledo, junto a los límites del municipio de Villaverde:

Siguiendo el eje de la carretera de Toledo, la compañía de tanques se dirigió hacia la zona del Cerro del Basurero y la zona alta del barrio de Usera, desde donde eran batidos por el fuego de las tropas republicanas. En este punto los carros avanzaron […] pero un arroyuelo con bastante agua y suelo fangoso impidió la progresión de los Fiat Ansaldo […] Cuando este carro se incorporaba de nuevo al combate su tripulación fue informada de que se necesitaba ayuda para remolcar al vehículo del capitán Vidal-Cuadras […] El carro había sido atacado con bombas de mano por los carabineros del teniente coronel Trucharte que defendían este sector […]

Villaverde, historia del distrito

La dirección de las tropas era, desde luego, el puente de Toledo. El blindado ametralla posiciones fortificadas que entorpecen enormemente el paso de moros y legionarios. Un miliciano al mando del comandate Mariano Trucharte revienta las cadenas del vehículo con una granada, lo cual expone a sus ocupantes a la lluvia de fusilería que la rodeaba. Entre las ropas del comandante del carro, el capitán Vidal-Quadras, se encuentra orden de operaciones para la toma de Madrid y está firmada por el general Varela.

El Gobierno acaba de abandonar Madrid y se encamina hacia Valencia. Las simpatías hacia los políticos no abundan en Madrid, que se siente abandonada. El diario Política, de Izquierda Republicana publica en la parte superior de su portada una frase irónica que se salta la censura de un Gobierno inexistente: «El clima de levante atrae estos días a muchos turistas de Madrid. Pero si regresan, la temperatura madrileña les hará sentir sus rigores«.

En su retirada, el Gobierno nombra como jefe de la improbable defensa madrileña al general José Miaja Menant, militar con una discretísima hoja de servicios y que ahora acaba de crear la Junta de Defensa de Madrid, organismo encargado de organizar la resistencia a «toda costa«. Su mano derecha militar es el teniente coronel Vicente Rojo Lluch. El ambiente es de abandono total, no hay planes de defensa, los suministros son muy escasos y no hay apenas armas. Miaja parece crecerse ante estas adversidades y toma el control con decisión ante el aparente sálvese quien pueda del Gobierno.

Miaja recibe a Trucharte con la orden de operaciones capturada al enemigo y se la cede a Rojo para que la analice. No hay duda, es real, Varela opta por eludir el combate en los arrabales atestados de trincheras y trabajadores que odian al fascismo [BM1], y pretende tomar la capital por el centro, por la Casa de Campo. Un plan pretencioso que supone que si se rompe el frente allí, en el campo, los milicianos «copados» terminarán por provocar una desbandada total. Rojo decide allí mismo pasar tropas a la Casa de Campo y ordenar el contraataque sobre los dos flancos de los rebeldes.

7 de noviembre de 1.936: Contraataque por los flancos, Barceló, Galán y Líster

Vicente Rojo ve claro el fallo del orden de operaciones capturado, además de pecar de cierta soberbia al pretender la toma de Madrid con una sola columna y de dar por hecho la rendición del enemigo al primer envite, falla por los flancos. Las columnas de Varela se han estirado en exceso para entrar con sus vanguardias en la Casa de Campo, lo que provoca cierta debilidad por los flancos.

El plan de Rojo es simple: ordenar a las columnas del centro «resistir a toda costa» y pasar al ataque por los lados. Por la izquierda lo harán Barceló y Galán, en la linea de Pozuelo y Boadilla del Monte, por la derecha lo hará Líster en Villaverde.

Por la tarde llegan a Villaverde Bajo las tropas que Líster (1ª Brigada) acababa de acantonar en Rivas y se inicia al anochecer la batalla para la cruenta reconquista del pueblo de Villaverde. Desde Villaverde Bajo y el Parque Lineal, parten las tropas. Tanto uno como el otro ya no dejarán de ser republicanos en toda la Guerra.

El choque fue brutal entre aquellos ejércitos, borrachos de victorias desde Sevilla a Madrid, y los defensores de la libertad que habían decidido morir antes de dar un paso atrás. La 1ª Brigada no sólo estaba dispuesta a no retroceder, sino que, después de parar al enemigo en seco, contraatacó y comenzó entonces una sucesión de combates feroces donde las armas principales eran la bomba de mano y la bayoneta; y así en cada calle, en cada casa, en cada habitación, no sabiendo ya muchas veces si se mataba a un enemigo o a un compañero. Luego todo se fue estabilizando. Era una lucha de forcejeos, en la que unas veces se ganaban unos metros y otras se perdían. Estos combates no tenían ninguna importancia decisiva desde el punto de vista del terreno, pero reforzaban la combatividad de las tropas y se detenía y debilitaba al enemigo.

Enrique Líster Forján – Jefe de la 1ª Brigada Mixta

Las tropas que Varela había dispuesto para cubrir su flanco derecho eran las de Tella, parapetado en Villaverde Alto, y las de la caballería mora de Monasterio, más a la derecha, de las que hay testimonios que narran llegar hasta el puente de la Princesa, donde son abatidos. La orden de operaciones nacionalista no daba papel alguno a estas fuerzas marroquíes de Monasterio, por lo que Rojo suponía que pudieran estar reservadas para un ataque desde Villaverde a Vallecas, atravesando el que hoy es Parque Lineal del Manzanares. Los contraataques de Líster por lo tanto tenían dos claros objetivos: impedir que esas tropas actuaran como reservas del frente de la Casa de Campo y evitar el ataque por el nuevo flanco del Parque Lineal del Manzanares.

9 de noviembre de 1.936: Los T-26b en Villaverde

Líster recibe ese día los tanques que tantos quebraderos de cabeza habían dado al enemigo nacionalista. Son utilizados para avanzar algunos metros en la zona de Villaverde y castigar de nuevo el flanco derecho del ataque a Madrid. Son días de durísimos combates en dicho lugar. [BM4]

Referencias y bibliografía

[L1].- Líster, 1.966
[S1].- Sociedad Benéfica de Historiadores Aficionados y Creadores (S.B.H.A.C.)
[SR1].- Luis Suárez Fernández, Octavio Ruiz Manjón-Cabeza, 1.981
[M1].- Modesto, 1.969
[BM1].- J.M. Reverte, 2.004
[BM2].- J.M. Reverte. El autor nos relata con cierto detalle la visita del poeta Rafael Alberti a Villaverde, sin embargo no hemos encontrado otra referencia que lo acredite.
[BM3].- J.M. Reverte. Entrevista del autor con quien probablemente lo vivió, Lázaro Somaza (p. 163)
[BM4].- J.M. Reverte. Cita pag 296.