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El Molino de Cartón del Canal del Manzanares

molino de cartón

Restos del Molino de Cartón, hoy destruidos.

El Molino de Cartón es una de las construcciones más emblemáticas del Parque Lineal del Manzanares en su Tramo II. Situado junto a la Casa de la Cuarta Esclusa, hoy quedan tan solo sus restos.

Puesto en funcionamiento a mediados del siglo XIX, supuso el final de la navegación en ese tramo del Real Canal, en una nueva adaptación de los bienes e infraestructuras del Canal. Su nombre viene de su último cometido: fabricar pasta de papel y, aunque es uno de los últimos usos que se le dió al vaso de la Cuarta Esclusa, los restos del molino se encuentran en completa ruina, diseminados por el entorno, destruidos por la penúltima obra del Ministerio de Fomento: el LAV a Levante.

restos del molino de cartón

Restos del Molino de Cartón antes de la intervención del MIFO. En la actualidad están arruinados.

El Molino de Cartón: un dinosaurio protoindustrial en la Cuarta Esclusa

Los molinos fueron máquinas comunes en el Canal del Manzanares, como elementos que aprovechaban el embalsamiento de las aguas que producía el sistema de esclusas, o azudes, utilizando la terminología propia de estos ingenios de moler. Por ejemplo la Segunda y la Tercera Esclusa tenían sendos molinos que aprovechaban, y compatibilizaban para el uso de la navegación, el salto de agua.

Sin embargo el Molino de Cartón fue posterior a la construcción del Canal y de la Cuarta Esclusa. Ya Madoz, en la pormenorizada descripción que hace de las esclusas del Canal en el año 1848, habla de dos molinos en la primera de ellas (originalmente uno para serrar mármol y otro para molerlo), uno harinero en la segunda y otro del mismo tipo en la tercera. Esto hace un total de cuatro molinos en el primer tramo del canal, esto es, en la construcción dependiente del regente Carlos III, hasta la séptima esclusa.

En otras obras, como en la guía de Madrid del año 1850 de Pedro Felipe Monlau, el autor nos describe dos partes diferenciadas del Canal, hasta la séptima esclusa (obra de Carlos III, aunque pensamos que realmente se construyó hasta la Octava) y a partir de esta (obra de Fernando VII):

De estas resultas se construyó por entonces el canal que hoy existe por espacio de dos leguas, en las cuales se hicieron 7 esclusas, 4 molinos y varios barcos de trasporte, plantándose sus orillas con una infinidad de árboles, como almendros, moreras, álamos blancos y otros, que se regaron con agus del mismo canal.

Queda entonces a las claras que el Molino de Cartón no existía en el ecuador del siglo XIX, sin embargo no debió tardar mucho en hacer su aparición puesto que su fundamento está en aprovechar las aguas del Canal. Por ello pensamos que esta construcción se realiza en la segunda mitad de siglo XIX y se debió abandonar a principios del XX. Así lo atestigua la subasta del salto de aguas de la Cuarta Esclusa, en el año 1.845.

almacenes molino de cartón

En el verano de 2010, las obras del LAV a Levante posibilitaron la excavación de emergencia del edificio tras la Casa de La Cuarta Esclusa. Con total seguridad se excavó el almacén del Molino de Cartón, debiéndose hallar cerámica decimonónica en un edificio que debió servir también como administración del último periodo de vida del Canal.

El situar este ingenio en la segunda mitad del XIX tiene importantes consecuencias. El Canal del Manzanares entró en desuso sobre el 1830 y fue cegado parcialmente, a partir del Puente de Santa Isabel, sobre el año 1856 dado el carácter «malsano» del mismo. Como cita la archivera Maria Teresa Fernández Talaya:

… acordó el Ayuntamiento que fuese cegado, aunque no en su totalidad pues está cegado hasta 500 metros aguas abajo del puente de la carretera de Madrid a Alicante, dedicando sus terrenos a viveros y plantíos.

Es por lo tanto destacable el hecho de que el Canal, a la altura de la Cuarta Esclusa y de su Molino, así como en la práctica totalidad del Parque Lineal del Manzanares en su Tramo II, continuó en funcionamiento bastantes años después, quizá hasta entrado el siglo XX. Si bien se suele citar que el Canal tuvo ya como uso el regadío de los campos del Manzanares y no el de la navegación, lo cual es evidente al cegarse su conexión con la capital, no fue este su único cometido, siendo el Molino de Cartón un vivo ejemplo de ello.

El Molino se usó para fines distintos a lo largo del tiempo. Si bien se usó primeramente para la molienda de cereal, luego debió usarse para la fabricación de papel, de ahí su nombre.

molino de rueda vertical

Molino con rueda hidráulica vertical, movida por la corriente de un río.http://www.romangordo.org/miscelan/molinos/his2_mol.htm

Los restos de la construcción que aún quedan, nos llevan a pensar de manera consecuente con su ubicación histórica, que el Molino se edificó con su muro de poniente encima de la pared izquierda de la Cuarta Esclusa. Precisamente pensamos que una de las partes que aún persisten el paso del tiempo, una pequeña pero emblemática bóveda de cañón semiderruida, era parte importante de su maquinaria. Es precisamente en este punto donde una marcada linea horizontal diferencia dos tipos de construcción en ladrillo, la superior más moderna usando una argamasa más parecida al cemento actual, y la inferior, de ladrillo bastante más antiguo y de argamasa más clara y débil. Es esta parte inferior la que debió pertenecer a la estructura de la antigua Cuarta Esclusa, mientras que la superior son los restos del Molino.

El funcionamiento de los molinos hidráulicos se basa en la fuerza motriz del agua. Para ello se usaron diversos sistemas a lo largo de los años y de la geografía europea. Pero todos ellos tenían en común el aprovechamiento de la diferencia de altura del líquido al entrar en el molino y al salir del mismo.

La vega del Manzanares es un lugar básicamente llano, donde los saltos de agua se producen, puntual y artificialmente, en la ruptura de tramos del Canal, esto es, en las esclusas. De entre todos los sistemas hidraúlicos y ruedas de agua, la que con casi total probabilidad movió los antiguos engranajes del Molino de Cartón fue unaundershoot wheel, o rueda de agua vertical de alimentación inferior (ver grabado).

El agua se acumulaba en el embarcadero. Se eliminaron las compuertas delanteras y se tapiaron con el sistema de alimentación de la rueda, que fue encajada en el vaso de la esclusa. Sobre ese tapiado se construyó el puente para el molinero, puente que hoy existe y bajo el cual debe estar enterrado la prueba de lo que decimos. La presión del agua en el azud (presa) del molino se regulaba con otro de los componentes de la esclusa que ha resistido el paso del tiempo: la almenara de desagüe que ya describimos en la Cuarta Esclusa. El gallipuente, al no servir de nada, se destruyó para reutilizar su materia prima en el entorno. Fue el fin de la navegación en la Cuarta Esclusa.

funcionamiento molino

Funcionamiento del Molino de Cartón

Con excepciones puntuales, el final de la navegación era patente, y el Real Canal del Manzanares comenzaba en la segunda mitad del XIX una andadura menos sublime y mucho más mundana. Desde la reutilización de sus esclusas, hasta el ser convertido en una acequia de riego (actualidad). Esto es lo expresado por Sebastián de Miñano y Bedoya y Tomás López de Vargas Machuca en su diccionario de 1826:

El ancho de este (el Canal) en su principio era de 5 á 6 pies en la superficie de las aguas, teniendo de 7 a 8 pies de profundidad; pero estas dimensiones han variado mucho despues, reduciéndolas tal vez mas de lo que era menester.

Aún así vemos que la profundidad del canal podría haber sido de más de 2 metros, suficiente pese a las posteriores reducciones, para que el empuje de la columna de agua aumentada en la presa, moviera la maquinaria del molino.

La reutilización de los restos del Molino de Cartón. El charcón.

muelas molino

Las muelas se encuentran repartidas por el entorno, conduciendo las aguas de lo que queda del canal

En los años 60 los restos del Molino amenazaban ruina, entando en pie sólo tres de sus cuatro paredes. Los imponentes muros de esta construcción debían ser el elemento más elevado del entorno, por lo que fueron derruídas. Sus restos fueron reutilizados, principalmente las piedras de sillería usadas en la maquinaria del Molino (suponemos que cárcavo y cacera principalmente), para contener las frecuentes avenidas del Manzanares. También las muelas y sus recambios fueron reutilizadas para otros menesteres, tres de las cuales se encuentran todavía canalizando las aguas que aún quedan en el Canal, hoy de riego exclusivamente.

Suponemos, por lo tanto, que una buena parte de los restos tanto de la Cuarta Esclusa y de su compuerta de entrada, así como del propio Molino (cacera de entrada desde el socaz, cárcavo y parte de sus muros derribados), se encuentran bajo el camino que atraviesa este paraje, desgraciadamente muy transitado por maquinaria de gran tonelaje en los últimos tiempos.

«Siendo yo muy joven, vinieron con un grupo de mulas y ataron con cuerdas los sillares del Molino. Las arrastraron por el malecón del Canal aguas abajo y las pusieron cerca del río para evitar que las crecidas invadieran todo el campo. Me dio mucha pena.» Valero Pascual, próximo a cumplir ochenta años, actual inquilino de la Casa de la Cuarta Esclusa, nos relata en primera persona el desmantelamiento del Molino de Cartón.

Valero se refería a las frecuentes crecidas con las que el Manzanares castigaba sus riberas de cuando en cuando. Hoy este fenómeno no ocurre, pero hace casi un siglo era frecuente y muy peligroso. De hecho el puente del ferrocarril sobre el río fue destruido en una avenida.

Pero ¿dónde se producían las inundaciones causa de las avenidas repentinas? Montero de Cruz en su «VillaVerde de Madrid», en el año 1.891, relata la existencia de un gran embalsamiento de aguas interiores próximo a Casablanca:

De las pocas veces que este río llena su cauce por el sitio de Casablanca, deja depositada buena cantidad de agua en una especie de laguna llamada «El Charcón», en donde se crían algunos peces (que no se deben comer por no ser aguas corrientes), llevados allí por las crecidas, y sin poder salir si otra no les ayuda. Algunas veces bañan allí las caballerías por tener fondo para ello, y también suelen bañarse algunas personas. Yo os aconsejo, queridos míos, que aunque sepáis nadar bien no se os ocurra meterse allí; primero, porque es una temeridad, y segundo, por ser aguas pantanosas y de suyo insanas.

El Charcón por lo tanto estaría situado frente a Casablanca. En tal lugar las curvas de nivel (en naranja) dirigen claramente la corriente excedente a un recinto entre la Casa de la Cuarta Esclusa y un montículo frente al Arroyo de la Gavia, que se llenaría de agua en las crecidas. Las curvas de nivel hoy son quizá distintas por la intervención del hombre, pero en el plano de 1.929 (en color abajo a la izquierda) son muy claras.

mapa casablanca y cuarta esclusa

Zona inundable frente a Casablanca: El Charcón

Los sillares que a buen seguro tenía el Molino de Cartón, quizá, no estén tan lejos. Unos metros más abajo fueron depositados, muy probablemente para impedir el paso de las aguas embalsadas, al canal e incluso a las tierras de labor. Posteriores obras de Fomento en el AVE, o del Ayuntamiento de Madrid con el estanque de tormentas de la Gavia, han podido mover el emplazamiento original de las piedras, no obstante hoy podemos contemplar piedras de sillería que en su día pudieron pertenecer al Molino:

sillares

¿Los sillares del Molino? Al menos una de ellos, el de la izquierda, formó parte de una esclusa, probablemente la Quinta.

Sin embargo el mismo Sr. Valero nos relata como en la década de los 50 trajeron toneladas de escombros procedentes de las obras de urbanización de la zona de la Castellana, donde pudieron demolerse ciertos edificios cuyos restos descansan hoy junto a las piedras de nuestro Molino de Cartón. Además, la cercanía de la Quinta Esclusa induce a pensar que al menos ciertos de estos sillares son de esta instalación, por semejanza con los que existen hoy en la zona.

Es un hecho que desde el final de la Guerra Civil, las márgenes de río Manzanares no han hecho otra cosa sino que elevarse sobre su emplazamiento original. Tres, cinco, quince metros… depende del sitio, pero casi ningún rincón de nuestro Parque Lineal se vio a salvo de los vertidos incontrolados de escombros del periodo de la dictadura. Por otro lado esa fue la manera de evitar las feroces avenidas del Manzanares que el gobierno parecía guardar para VillaVerde: basuras. Basuras que hoy forman ya parte de la historia.