El Embarcadero de Vaciamadrid debería haber culminado el exagerado esfuerzo que supuso hacer navegable la seca meseta castellana de Madrid.
Aunque las prospecciones llegaron a dibujar el embarcadero y se levantaron los cimientos de la casa, ninguno de estos proyectos llegaron a buen fin, coincidiendo con la decandencia que ya hacía languidecer a todas las instalaciones del Real Canal del Manzanares.
El Embarcadero de Vaciamadrid
Desgraciadamente esta es una obra que nunca llegó a ejecutarse, al menos por completo. Estaba destinado a ser la instalación gemela del que se encontraba funcionando junto al Puente de Toledo, y sería la obra que culminaría el ambicioso proyecto del Real Canal del Manzanares.
Madoz, a pesar de confirmar que se acababa de suspender la construcción del embarcadero (recordemos que también se suspendieron las reformas de la Cuarta Esclusa), nos dice que la casa del embarcadero se encontraba ya muy avanzada. Podemos concluir que estas suspensiones, que debieron ser por el año 1.850, fueron las definitivas que acabaron con el Real Canal, estrenándose entonces la primera vía férrea de Madrid (1.851) y dándose por terminadas las actuaciones en el entorno del Canal, puesto que no se conoce ninguna obra significativa a partir de entonces.
Observando el mapa del 56, podemos distinguir clarísimamente las excavaciones del Embarcadero de Rivas (de forma circular) y una casa cuya planta se asemeja notablemente a la que se proyectara inicialmente.
Hoy, apenas es visible el propio embarcadero, mientras que la casa ha sido destruida por la ampliación de la carretera de Valencia. Hasta nuestros días apenas han llegado los planos de dicha casa, que ahora ponemos junto a estas lineas.