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Séptima ruta por el Real Canal del Manzanares

Bajo el gallipuente de la Décima Esclusa

Bajo el gallipuente de la Décima Esclusa

El domingo 18 de octubre de 2015 convocamos a socios y simpatizantes para recorrer, desde Rivas-Vaciamadrid, el tramo final del Real Canal del Manzanares.

En esta edición hemos querido hacer coincidir este evento con la presentación de un capítulo de nuestra web que ha sido completamente remodelado. Se trata del dedicado a la Quinta Esclusa, que con ocasión de su excavación arqueológica y posterior desaparición, ha supuesto una pérdida de difícil reparación.

Sin embargo, su estudio también ha servido como fuente de valiosa información histórica que nos ayudará a entender nuestro pasado, nuestro entorno y, por qué no, nuestro posible futuro.

Rivas-Vaciamadrid: un buen punto de partida

Por el camino de la Salmedina, Rivas-Vaciamadrid al fondo

Por el camino de la Salmedina, Rivas-Vaciamadrid al fondo

El municipio madrileño de Rivas-Vaciamadrid disfruta de un patrimonio  medioambiental e histórico de gran valía. De hecho las últimas ediciones de nuestra convocatoria anual para recorrer los restos del Canal han partido de Rivas.

El Canal del Manzanares serpentea por los municipios de Madrid, Getafe y Rivas. Si bien en ninguno de ellos se ha trabajado activamente en la recuperación de este amplio y bien conocido yacimiento, si es cierto que desde Madrid y Getafe se ha actuado históricamente con cierta negligencia en su debido respeto.

Quinta Esclusa del Canal del Manzanares

Quinta Esclusa del Canal del Manzanares

La Quinta Esclusa es un buen ejemplo de ello. Irrecuperable a los ojos de futuras generaciones, se enmarca en un entorno desfigurado, invadido de instalaciones. Madrid apenas alberga ya ningún resto del Canal que sepamos se conserve en buen estado, a excepción de la Casa de la Cuarta Esclusa y su aún prometedor complejo hidráulico, dañado precisamente en las mismas obras que sepultaron la Quinta Esclusa.

La agresión a ese patrimonio histórico y medioambiental es máxima conforme avanzamos aguas abajo del Manzanares, donde en pleno Parque Regional del Sureste se alternan vertederos y despojos de la metrópoli madrileña. El término de Getafe es probablemente el mejor ejemplo de la desidia administrativa en este aspecto. Las responsabilidades se extienden a las tres administraciones, local, regional y estatal.

Puente de los Migueles

Puente de los Migueles

En Rivas-Vaciamadrid la situación es distinta. Recordemos que este es un municipio de nuevo cuño, donde sólo hace unas décadas apenas habitaban unos cientos de vecinos. Hoy son más de ochenta mil almas en una imparable progresión que sólo cesará por la limitación que le impone su reducido espacio urbanizable, encajonado en el interior del Parque Regional del Sureste.

Los sucesivos gobernantes de esta localidad madrileña, conscientes de lo heterogéneo de sus nuevos colonos, de lo impersonal del nuevo espacio urbano creado y del consiguiente riesgo de desconexión entre individuo y territorio, han evitado incurrir en un pecado desgraciadamente común entre los distritos del extrarradio madrileño.

El Puente del Congosto

El Puente del Congosto

Rivas-Vaciamadrid mantiene un entorno natural e histórico en un estado más que aceptable. En lo que respecta al Canal del Manzanares, se conserva buena parte del tramo y canalización final (con una traza casi intacta), el Puente de los Migueles, el Puente de las Cambroneras (casi completamente enterrado) y el Puente del Congosto. Esta última instalación es probablemente la mejor conservada y más llamativa de todo lo que queda visible del Canal.

Un momento de la ruta, antes de entrar en una cueva de la Guerra Civil

Un momento de la ruta, antes de entrar en una cueva de la Guerra Civil

En el punto exacto donde los municipios de Rivas, Getafe y Madrid se encuentran, aparecen los omnipresentes restos de nuestra Guerra Civil. Cada día son más los municipios que deciden recuperar alguno de estos restos para ilustrar el oscuro funcionamiento de lo bélico, de la mente humana puesta al servicio de la aniquilación o la resistencia numantina. Rivas es un ejemplo de esta puesta en valor.

En nuestra ruta decidimos hacer una visita a unos refugios perfectamente conservados en esta triple confluencia de municipios. La cueva, sin apenas intervención humana posterior, muestra los rigores que debieron sufrir los que allí combatieron.

Hasta la Décima Esclusa: Un breve repaso la toponimia del bajo Manzanares

La Décima Esclusa en una convocatoria anterior

La Décima Esclusa en una convocatoria anterior

Nuestro camino seguirá por el que fuera camino de sirga del Canal, aquel por el que las bestias de carga transitaban arrastrando las chalupas que navegaron aguas arriba y abajo.

Dicho sendero se ha conservado junto a los tramos del Canal que no han desaparecido, normalmente reutilizados para otros menesteres, como el riego de las huertas del Manzanares o la mera acumulación de basuras.

Resulta sorprendente como el camino de sirga ha sobrevivido en la toponimia, troceado en diferentes tramos repartidos entre los tres municipios.

En pleno barrio de la Arganzuela, donde el Canal ya ni siquiera es un recuerdo, aparece el Paseo de las Yeserías, o el Paseo de la Chopera, evocando a la fabricación del yeso y a la plantación de arbolado, tareas comunes durante la explotación del Real Canal del Manzanares.

Entre Vallecas y VillaVerde el camino de sirga adopta el nombre de Camino del Malecón, de nuevo referido a aquel murallón que existió en el mismo lugar.  Terraplén que protegía la margen derecha del Canal contra las voraces crecidas del río Manzanares. Entrando en Getafe la toponimia lo cambia por Camino de Vinateros, oficios inmemoriales que como el de yeserías existieron junto al Canal.

Sin embargo nuestra ruta desde Vaciamadrid hasta la Décima Esclusa transcurrirá por un camino cuyo nombre se pierde en los albores de los tiempos madrileños, cuando todo lo que hemos visto hasta ahora ni siquiera existía.

Nuestros pasos transcurrirán durante esta séptima edición por el Camino de la Salmedina. Salmedina es un vocablo de origen árabe, muy común en nuestra topografía y que significa “campo de la ciudad. Su sentido entronca con los remotos orígenes de Madrid.

La Fahs al-Madina, o su versión romance, Salmedina, fue un grupo productivo de tierras al Sureste de Mayrit, el Madrid musulmán que será cristianizado en un periodo incierto y muy convulso, tras la caída de Toledo en 1085, sin que ello significara el dominio inmediato de los caballeros cristianos sobre estas tierras. La zona sería escenario de tensiones e inestabilidad durante al menos un siglo más, sin embargo la utilidad y significado de la Salmedina continuaría siendo la misma: abastecer a la ciudad.

Los conquistadores impusieron sus costumbres y, por supuesto sus vocablos, pero algunos como éste sobrevivieron el paso del tiempo y se hicieron fuerte en nuestro idioma, recordando las raíces de nuestro actual territorio.

Sería precisamente esta Salmedina, o Fahs al-Madina si usamos su acepción original, escenario de tensiones y conflictos, de atalayas de defensa árabe y de castillos cristianos, de vados para el paso del río como el de Santiago el Verde (actual VillaVerde Bajo) o el de la Torrecilla (en Perales del Río), del origen de la leyenda de la Virgen de Atocha y del caballero Gracián Ramírez, que fundará el Castillo de Ribas (actual Rivas). Por mencionar sólo algunos ejemplos.

De todo ello apenas ha quedado ningún resto material, salvo pistas evidentes en nuestra toponimia y en el nombre de nuestros caminos, nombres que debemos conservar y no sustituir por otros sin relación con el entorno, ya suficientemente castigado y sepultado.

Esta séptima ruta por el Real Canal del Manzanares, vehículo conector de esta valiosa realidad, nos aporta una fantástica oportunidad para recorrer nuestra historia, para no olvidar nuestros orígenes y para que en la medida de lo posible nunca más enterremos nuestro patrimonio, como desgraciadamente fuera enterrada la Quinta Esclusa.

4 comentarios en «Séptima ruta por el Real Canal del Manzanares»

  1. Ulises Percy Guerrero Lanoyre

    Muchas gracias por la información de verdad esto no lo encontramos en los libros…así aprendemos más de nuestro pasado…no he podido ir a la convocatoria por motivos personales pero les agradesco por la información que me envían …los felicito por su brillante labor un abrazo hasta pronto

  2. Muchas gracias por la publicación, y por la visita guiada que gratuitamente nos ofrecisteis por, parte del real Canal del Manzanares, y por los restos existentes de la guerra civil; los que estuvimos adquirimos un recuerdo francamente valioso.

  3. Gracias por la información y por la tarea que realizáis, realmente impagable. No pude ir por razones familiares. Me he perdido mas de una salida. Espero la próxima, que deseo disfrutar en vuestra compañía. Un cordial saludo

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