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Quinta ruta por el Real Canal del Manzanares

Bajo el gallipuente de la Décima Esclusa

Bajo el gallipuente de la Décima Esclusa

El pasado sábado día 5 de octubre emplazamos a nuestros socios para una salida por los restos del Real Canal del Manzanares, nos acompañaban también miembros de la Asociación El Buhonero.

Sería la quinta edición de este recorrido que, como en años anteriores, partiría de Rivas-Vaciamadrid. Aquí os dejamos con la crónica e imágenes de esta ruta, que comienzan con un pequeño álbum de la fotógrafa Alba MD, con la que compartimos excursión.


Con las casas de Rivas-Vaciamadrid a poca distancia de nosotros, partimos del puente de Casa Eulogio, donde se encuentra otro puente, el de las cambroneras, que en su día permitía al canal pasar por encima del arroyo del mismo nombre.

Hoy, esta infraestructura apenas es visible, colmada por las tierras que durante décadas ha arrastrado la corriente del agua.

En ruta por el camino de sirga

En ruta por el camino de sirga

Comenzamos así una pequeña travesía por el camino de servicio del Canal del Manzanares, el llamado camino de sirga. Sirga es un término íntimamente ligado a la navegación, referido en este caso a las maromas que servían para arrastrar las chalupas que surcaban el canal de esclusa a esclusa.

Vaso del canal

Vaso del canal

Poco a poco vamos intuyendo el vaso del canal a nuestra izquierda. Nunca fue navegable en este tramo, llegado a ser poco más que una prospección que debería haber llegado hasta Vaciamadrid, donde no se llegó a terminar el embarcadero por la ruina en la que cayó finalmente el proyecto.

El Puente del Congosto

El Puente del Congosto

Llegamos al Puente del Congosto, un bello puente-acueducto que ha llegado a nuestros días en un estado de conservación más que aceptable. Por aquí pasaba el canal bajo su único ojo, salvando así el arroyo del Congosto, que era encauzado por encima. Algunos sillares de su pretil han sido reutilizados en lugares aledaños, como vimos durante el camino.

Precisamente el valle por el que circulaba el arroyo estacional del Congosto sirve de divisor entre los municipios de Madrid, Rivas-Vaciamadrid y Getafe. Los mojones que parten las tierras nos acompañarán en adelante.

Casas del Canal

Casas del Canal

Unas ruinas se mimetizan con los cerros que desde el corazón de Madrid acompañan al río Manzanares. Aquí son visibles, exentas ya de construcciones, protegidas por la Ley que declaró BIC las Terrazas del Manzanares y por aquella que impidió que Madrid siguiera convirtiendo este enorme paraje despoblado en escombrera, industria extractora, desagüe en general de la gran urbe.

No hace tantos años se paró así la voracidad de un Madrid que crecía irrespetuosamente con su extrarradio y con su periferia, sin sostenibilidad alguna. Estamos en el Parque Regional del Sureste, protegido así por el gobierno de Joaquín Leguina. Desde entonces, los diferentes gobiernos regionales lo han torpedeado incesantemente. Aquí Parque Lineal del Manzanares y Regional del Sureste se tocan, se abrazan, ante la alargada sombra de quien desea aniquilarlo.

Las ruinas parduzcas se confunden con la tierra de la que fueron hechas. Eran otros tiempos, allá por finales del siglo XVIII, las Casas del Canal sirvieron para alojar sin excesivas comodidades a los constructores del último tramo que, como ya sabemos, nunca llegó a ser navegable… ¿o si?

El horno de yeso

El horno de yeso

Una observación detenida del entorno nos ha descubierto infraestructuras hidráulicas que hablan por sí solas. El canal fue navegable, al menos hasta estas casas, donde tras el fiasco de su ampliación hasta Vaciamadrid, se debió instalar un horno de yeso. Las Casas del Canal sirvieron para este propósito, posteriormente debieron ser abandonadas ante la imposibilidad de competir con el ferrocarril. Muy cerca, con las cercanas paradas de Montarco y Vaciamadrid, pasaba uno, el famoso Tren de Arganda, transportando ese mismo yeso. Hoy es la Línea 9 de Metro. Hablaremos de ello en próximos capítulos.

La casa y su horno de yeso tienen evidentes signos de haber sido frente de alguna batalla. Una trinchera las atraviesa. Quizá su último uso fue el de servir a la resistencia republicana durante los días de la Batalla del Jarama. El Campesino, Modesto pisaron estas tierras, comandaron sus tropas en contraataque gubernamental contra los sublevados, enmarañados tras los cerros del lado contrario del río. Allí esperaba el Tercio, bien parapetado. Miles de muchachos partirían cerca de aquí en suicida carrera hacia lo imposible. Muchos de ellos cubrirían con sus vidas el valle del río. Nunca tomarían sus objetivos.

En la Décima Esclusa

En la Décima Esclusa

Llegamos al final de la ruta. Paramos en la Décima Esclusa para observarla detenidamente y tomar algo. Ahora ya sabemos que por aquí pasaron las chalupas en ambos sentidos, cargadas de yeso hacia Madrid, vacías hacia Vaciamadrid.

Panorámica de la Décima Esclusa, desde el embarcadero

Panorámica de la Décima Esclusa, desde el embarcadero

La estructura se conserva muy bien y siguen impresionando sus dimensiones, lo que la convierten en una joya del canal. Desgraciadamente ya no quedan muchas estructuras en este estado, echadas a perder con las subastas que paulatinamente fueron desligando al canal de la Corona, durante finales del XVIII y principios del XIX.

Madrid ya decidió deshacerse del Real Canal del Manzanares. La última mala noticia nos vino hace muy poco, cuando se sepultó la Quinta Esclusa al paso de las vías del AVE. Getafe tampoco parece tener ninguna ambición en recuperar estas raíces, y planea convertir su parte de Parque Lineal en un campo de golf, o en un canal olímpico de regatas, a cual mayor barbaridad.

Lo que en cualquier país europeo sería monumento nacional, aquí es un estorbo para un progreso rematadamente mal entendido.

Tras los cerros repletos de historia

Tras los cerros repletos de historia

Sólo Rivas-Vaciamadrid, sin haber hecho grandes esfuerzos en la recuperación del canal, al menos no ha planteado su destrucción, que no es poco en Madrid. No debe ser casual, ya que el municipio, tras un crecimiento espectacular en cortísimo espacio de tiempo, precisa recuperar su historia y la de sus parajes. Una historia que desde el Real Canal del Manzanares podría aportar parte de la personalidad que el municipio precisa con urgencia para no acabar siendo una fría ciudad dormitorio avocada al mismo destino que tanto daño ha hecho en el extrarradio madrileño.

5 comentarios en «Quinta ruta por el Real Canal del Manzanares»

    1. No recuerdo donde leí que necesitamos conocer nuestro pasado para conocernos a nosotros mismos. Me gustó la definición, porque en esta ciudad nuestra que es Madrid y en sus pequeños satélites, cada vez nos conocemos menos a nosotros mismos. Y eso que fuimos, o eso donde nos criamos, queda relegado a una herida «lineal», apretada por la presión de lo urbano. Reservas indígenas del gran Madrid, corredores a menudo de lo indeseable.
      Javier, si vienes a alguna de las rutas «lineales», avisa, será un placer conocernos 😉

  1. Solo unas palabras para daros las gracias por habernos enseñado estas magníficas construcciones que yo personalmente desconocía. Como bien dices Vicente en cualquier país europeo estas ruinas serían Monumento Nacional. Aquí sin embargo nos importa un pepino guardar las obras que hicieron nuestros ancestros y que hoy día servirían para el disfrute nuestro y de nuestros hijos, nietos, etc. En cuanto a lo del AVE, solo hubiera bastado destinar un 0,0001% de lo que cuesta la obra para identificarlo, y salvarlo, y como mínimo llevarlo a otro sitio para el disfrute de la gente.
    En fin, podríamos hablar mucho de este tema, pero ya lo haremos en otras ocasiones.
    Gracias Vicente, Angel y a todo el equipo que nos preparáis estas excursiones. Vosotros si que os merecéis ser BIC.

  2. Estimados compañeros, muchas gracias por inculcarnos el cariño hacia nuestro patrimonio, tristemente dejado de la mano de las administraciones. Tenía ganas de compartir desde hace tiempo, esta excursión con vosotros. Fue un placer. Espero participar con vosotros en algunas más y dar a conocer esta riqueza histórica con la que contamos. Un cordial saludo.

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