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La Raya medieval entre Madrid y Segovia (II): De Cabeça de Arlot a Cabeça de Serranos

Linde histórica

Foto 1: Al fondo, el camino que señala la linde histórica

Entre madrileños y segovianos, de Yeles a Vaciamadrid, una larga ristra de 42 mojones marcaba la Raya divisoria de ambas Comunidades de Villa y Tierra, a partir de que la taifa de Toledo cayera en manos cristianas con Alfonso VI (1085).

A la caída de Toledo sobrevino un reparto de tierras entre Ávila, Segovia y Madrid, desde el Sur de Guadarrama hasta la línea del Tajo.

Pero tras este reparto, y debido tanto a lo impreciso de la delimitación territorial de los linderos como al afán de ocupar terreno ajeno, surgió el conflicto entre los repobladores.

Tantas fueron las disputas territoriales generadas que los mismos monarcas hubieron de implicarse en persona, a fin de confirmar dichos linderos, amojonándolos con hitos de piedra y matizándolos mediante el Privilegio Real correspondiente, como el de 1239 que tratamos, dictado por el rey Fernando III.

En esta ocasión recorremos, en sentido decreciente, un breve pero interesante tramo, entre dos hitos de esta línea divisoria: La Cabeça de Serranos y la Cabeça de Arlot; según cita el Privilegio Real de Fernando III confirmando el lindero de Madrid con Segovia, ilustrando de paso esta breve crónica con fotos de Luis Olea y Juan Ramón Sanjuán, compañeros de ruta.

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Foto 2: La Cabeça de Arlot desde la linde divisoria.

En el extremo más septentrional del Cerro Batallones se alza el punto donde Fernando III enclavara en 1239 el mojón número 13, de un total de 42, denominando al lugar Cabeça de Serranos.

Así eran llamados los repobladores abulenses y segovianos, y hay quedado un reguero de toponimia alusiva dispersa por todo el territorio (localidades, caminos, accidentes geográficos, etc.)  En este caso el topónimo va dedicado a los repobladores de Segovia.

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Foto 3: Mirando hacia el Sur, desde el Cerro Batallones. 

Este cerro, gozando de un extraordinario dominio visual de todo su entorno hasta la sierra de Guadarrama, implicaba a estos fines un magnífico referente geográfico. Se denominaban Cabezas a aquellos cerros que destacaban en el paisaje, predominantes sobre terrenos llanos, y en algunos casos nombrados como Cerros Buey, Peñones del Toro o Picos de Águila, toponimia muy abundante en todo el territorio nacional, heredada desde el medioevo y compartida por las dos culturas dominantes confrontadas.

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Foto 4: Mojón medieval Nº 12, linde histórica, y al fondo, la Cabeça de Arlot.

En línea recta hacia el Sur, podemos ir siguiendo el rastro de otros dos mojones; el mojón número 12, enclavado en «el Val intermedio», y el mojón número 11, en Cabeça de Arlot, que se tiene con heredad de Gonçaluo Nunnez assomant a Valde Moro. Así lo especifica el Privilegio Real.

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Foto 5: Mojón de la Cabeça de Arlot -denominado Cerro Mojón en la actualidad-.

La Cabeça de Arlot, nombrado como Cerro Mojón por la cartografía actual, también constituye un hito visual y altura dominante sobre los territorios a disociar: Tierra de Madrid, hacia el Oeste; y Tierra de Segovia, hacia el Este.

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Foto 6: Piedra de amolar yeso utilizada también como mojón.

El topónimo, derivado del nombre de algún repoblador franco, significa también muchacho en francés antiguo.

Se llamaban francos a los repobladores llegados de ambos lados de la zona pirenaica, navarros y gascones, fundamentalmente.

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Foto 7: En la Cabeça de Serranos, con Madrid y la Sierra al fondo

Desde la Cabeça de Arlot contemplamos, hacia la zona sudoriental, las alturas del Vértice Espartinas, sobre el cerro alargado y su torre de vigilancia contra incendios. Entremedias y en el valle estuvo ubicado el despoblado de Espartinas, segoviano al igual que Valdemoro, que diera nombre a estos parajes.

Este mismo topónimo se señala para indicar las Salinas de Espartinas, junto a los Arroyos de Valdelachica y de Seseña, en las proximidades de Valgrande.

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Foto 8: Los Corralejos. Heredad de Gonzaluo Nunnez de Lara

Los mojones modernos van igualmente hilando estos límites, hoy entre los municipios actuales, jalonando la antigua Raya divisoria histórica.

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Foto 9: Linde ascendente a la Cabeça de Arlot

Cita el Privilegio, con este mojón, la heredad de Gonzalo Núñez de Lara, territorio ubicado sobre la meseta que sigue a la Cabeça de Arlot, en Tierra de Madrid. 

Este noble, Conde o Comes Gonçalvo, descendiente de los Lara de Burgos y enfrentado al rey Fernando en alguna ocasión, también fundó el Común de Villa y Tierra de Medinaceli.

Esta zona, denominada Los Corralejos, presenta abundantes restos de cerramientos ganaderos de piedra entre un hoy yermo territorio salpicado por alguna que otra encina aislada.

Mapa de la ruta

Mapa de la ruta

Esta mañana varias cuadrillas de cazadores distribuidos en hilera, de batida con sus armas y sus perros, ascendían y descendían ágiles, cuestas y veredas aquí y allá, por el lugar.

Canteras de yeso

Foto 10: Canteras de yeso del Cerro Batallones

Hacia el Oeste unas enormes canteras abandonadas de yeso marcan la linde de la meseta que desciende desde Batallones y queda abierta a los valles desde el gran derrumbadero en que poco a poco ha quedado convertida.

Este área formaba parte de la Línea de Sostenes del frente nacionalista durante la última contienda 1936-39, previa a la estratégica carretera de Toledo que corre más allá, hacia Poniente. Quedan restos visibles de atrincheramientos, puestos de tirador, refugios subterráneos y algún que otro nido de ametralladora. Aparecen mezcladas con otras republicanas anteriores, del Plan Masquelet para la Defensa de Madrid, repartidas por la zona.

Dos antiguos caminos surcan la zona del lindero de indudable sabor medieval: El Atajo de Esquivias a Valdemoro y el Camino de Illescas a Valdemoro.

Yacimiento arqueológico

Foto 12: Yacimiento paleontológico del Cerro Batallones

Al fondo de las canteras de bentonita emergieron no hace mucho tiempo los restos paleontológicos de ese gran yacimiento que, tras su descubrimiento, año tras año, en sucesivas campañas, viene excavando y estudiando un departamento universitario madrileño de esta especialidad, en uno de los yacimientos de este tipo más importantes de Europa.

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Foto 13: Cantera de bentonita en el Cerro Batallones

Los restos fósiles de los tigres de dientes de sable, especie ya desaparecida, y otras especies hoy propias de regiones más al Sur, africanas, han quedado grabados ya en la memoria colectiva de unos años hacia acá a través de diversas exposiciones y publicaciones.

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Foto 14: Silueta de la Cabeça de Arlot

Al mediodía hemos vuelto desandando lo andado, satisfechos de recorrer viejos caminos en parajes de belleza incomparable, ésta fresca mañana pre-invernal.

 

9 comentarios en «La Raya medieval entre Madrid y Segovia (II): De Cabeça de Arlot a Cabeça de Serranos»

  1. Gracias por vuestro interés.
    Estamos tratando de identificar la Raya medieval completa y sus hitos fundamentales: la Atalaya del Recuenco, la Torre Rubia, El Riscal, la Cabeça Tomellosa, la Cabeça Espartosa, la Carrera de Valdeoreja, la Carrera de Mata Mediana, etc.
    No se descarta poder localizar in situ algún mojón medieval como el encontrado cerca de La Marañosa.
    Pensamos ir dando a conocer estos trabajos y proponer alguna ruta en el momento adecuado.

  2. Como segoviano he descubierto, gracias a este interesante trabajo, algunas antiguas lindes de mi tierra. Me gustaría que señalaseis una ruta, con los mojones que habéis indicado para poder recorrerlo algún día. Gracias.

  3. Juan:
    Los trabajos que hemos emprendido sobre el amojonamiento medieval de la repoblación de la transierra en este área del sur madrileño, donde enmarcamos nuestra actuación, van en tres direcciones.
    Tratamos primeramente de recuperar la toponimia medieval y ubicarla en el territorio actual, a partir de los documentos conservados.
    En segundo lugar, al paso de la corroboración en campo de tal toponimia, tratamos de indagar sobre la existencia de algún mojón o signo originario.
    Por último, a fin de conservar y transmitir los datos obtenidos en la investigación, propondremos una serie de rutas que ya iremos publicando, desglosando en ellas las lindes tanto entre los sexmos históricos de Madrid y Segovia como entre los propios quiñones segovianos del primitivo Sexmo del Tajuña, más tarde Sexmo de Valdemoro.
    Se han producido diversos abordajes de la cuestión desde la perspectiva de Caminería Hispánica efectuadas por varios autores, pero en un sentido más bien teórico, sin que realmente se haya plasmado, con un sentido práctico, en una cartografía actual y en un plan acabado de posibles recorridos senderistas señalizados.
    Otro modelo de interpretación y conservación del territorio con proyección hacia el futuro.

  4. NOTA ACLARATORIA:

    La descripción del mojón Nº 11: «EN LA CABEÇA DE ARLOT QUE SE TIENE CON LA HEREDAD DE GONZALUO NUNNEZ ASSOMANT A VALDE MORO», parece aludir a una TENENCIA, concesión temporal otorgada por la Corona a un noble, en una demarcación territorial determinada.
    HEREDAD DE GONZALUO NUNNEZ, va referida a una hacienda de campo hereditaria perteneciente a la familia o linaje de los LARA.
    Gonzalo Núñez de Lara, fundó el señorío de Lara (Burgos) en 1080. Muerto hacia 1106, estuvo casado con Dña. Goda.
    Como cortesano de Alfonso VI, participó en las campañas de 1086 tras la toma de Toledo.
    «Mi bienamado Gonzalo Núñez», le decía el rey Alfonso; llegando a compensarle con valiosas tenencias como la que citamos. Ya comentamos las pilas naturales existentes en este paraje (Valde Pilas) que hoy se denomina Los Corralejos.
    Otra alusión directa a este personaje la encontramos en la descripción del Mojón Nº 8: «CERCA DE LA CARRERA QUE VA DE PALOMERO A LOS MOLINOS DEL CONDE, QUE SON EN TAIUNNA».
    Los molinos del Jarama y del Tajuña fueron recurso obligado de los madrileños, cuando el Manzanares bajaba seco con el estío.
    Pero la enemistad de Fernando III fue con Gonzalo Pérez Manrique, 3er. Señor de Molina, y con su hijo Pedro González, que abanderando a los Lara, defendían la primogenitura de Dña. Blanca de Francia frente a la reina Berengüela, madre de Fernando III; llegando a la lucha armada.
    Reconciliado finalmente con el rey, Pedro González aportó una hueste de 300 caballeros para la toma de Úbeda y Baeza en 1233.
    Existen textos antiguos alusivos, como el de Luis de Salazar y Castro (1658-1734), «Historia genealógica de la Casa de Lara», pero siempre deben interpretarse con sumo cuidado ya que incurren en inexactitudes.
    La vida de esta familia no pasa más allá de tres siglos, cuando deja de tener peso en la política tras una permanente actitud de disidencia y desafío a los sucesivos monarcas, perdiendo gran parte de sus posesiones.
    Otras familias, como los Castro, sus acérrimos enemigos, salieron mejor parados de aquella pugna; por ejemplo.

  5. Estimado José:
    Agradeciendo tu interés por el tema, hemos de decir que la alusión a Comunidad de Villa y Tierra la hacemos como una fórmula jurídica genérica que se viene aplicando a partir de los reinados de Alfonso VI y Alfonso VII, para la repoblación de los territorios de allende el Duero, hasta la Transierra y línea del Tajo; y que se fundamenta en el establecimiento de un Concejo vecinal y en la aprobación de un Fuero al que quedan sujetas las actuaciones de éste organismo.
    Más al Norte del Duero, el procedimiento para la repoblación lo encabezaba un Merino de designación real, por lo que son llamadas Merindades las divisiones territoriales subyacentes a este sistema organizativo.
    Poco duró la autonomía de las Comunidades de Villa y Tierra y sus Concejos abiertos, pues hacia el reinado de Alfonso X, se implantan dos figuras de designación real, como son el Regidor y el Corregidor, que limitarán notablemente el poder de los Concejos.
    El documento del Fuero de Segovia es uno de los que se han perdido como ha sucedido con otras poblaciones. Los documentos alusivos de la época medieval, hasta Fernando III, citan su Concejo y se refieren a la población que encabeza esa Comunidad como Villa, si bien las alusiones a Ciudad van apareciendo sucesivamente en las décadas siguientes en principio de modo informal, quizás aludiendo a su creciente importancia económica y política, y por tanto al goce de un status superior para la Corona, que se plasmaría con tal tratamiento.
    Las terminologías desde época medieval, sobre los núcleos de población, varían en función de diversos factores de diversa índole, a veces bastante subjetivos. En el mundo romano el estatuto de las poblaciones estuvo bastante bien regulado y documentado, y se medía fundamentalmente por sus raíces fundacionales, por el carácter y alcance de los impuestos y por el goce de derechos de ciudadanía. En el medioevo las distinciones se hacen por el tamaño y estatuto o dependencia de los enclaves poblados: aldeas, lugares, villas, etc., que irán cambiando con el vaivén de los tiempos y regímenes políticos, como hemos ido viendo hasta nuestros días, al igual que sucedió con las divisiones administrativas, provinciales, regionales, comarcales, etc.
    Por su tamaño, a la Villa le seguía el Lugar, y a éste, la Aldea. La Ciudad estaría por delante de todas esas entidades en cuanto a su tamaño e importancia.
    Un saludo.

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