Situación en el mapa de la infraestructura del canal de remo. Se deberían desviar diferentes cauces y acometer importantes obras en carreteras. Las obras de LAV encajonarían aún más la instalación, impidiendo la permeabilidad del entorno. La mayor parte del Tramo 2 del Parque, quedaría eliminada.
El pasado dos de septiembre, los aspirantes a organizar los juegos olímpicos de 2016 conocían el informe que la comisión de evaluación dio a conocer a través de la web del COI.
Aunque el informe no es vinculante y las críticas a la opción madrileña son subsanables, la candidatura de Madrid parece alejarse bastante de sus competidoras. Precisamente el COI carga las tintas en la obra que se pretende hacer dentro del Parque Lineal del Manzanares, la infraestructura del canal de remo.
Ya lo habíamos escrito otras veces en esta web. El canal de remo supone una instalación de altísimo impacto medioambiental para el Parque, altamente insostenible económica y medioambientalmente, y de un tamaño muy grande -quizá desmesurado para la zona- encajonada entre vías de comunicación ya de por sí impermeables, lo que probablemente supondrá una barrera más en una zona especialmente desestructurada.
El canal de remo parece estar lejos de ser la salvación a la marginalidad que las administraciones imponen al Parque Lineal del Manzanares. Es más, probablemente suponga una dificultad más para la recuperación y conservación histórica y medioambiental que el Parque Lineal necesita y que el propio PEIMANSUR ordena. La comisión de evaluación del COI, desde otros puntos de vista y usando argumentos parecidos para llegar a fines diferentes, parece apuntar también en este sentido.